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Evangelio - La Palabra Del Día

lunes 10 de noviembre de 2025

Lunes Ordinario 32ª Semana 4ª de Salterio

Día de San León Magno
Tiempo ordinario

Textos

Amad la justicia, gobernantes de la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con sencillez de corazón. Porque se manifiesta a los que no le exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él. Los pensamientos retorcidos alejan de Dios y el poder, puesto a prueba, confunde a los necios. La sabiduría no entra en alma perversa, ni habita en cuerpo sometido al pecado. Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentado cuando llega la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua. Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido. 

R/. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, Tú me sondeas y me conoces. Me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.

No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Señor, te la sabes toda. Me estrechas detrás y delante, me cubres con tu palma. Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco. R/.

¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.

Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha. R/.

Dijo, pues, a sus discípulos: «Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás». Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería.

Tres subrayados a destacar en este fragmento evangélico: el peligro del escándalo, la urgencia del perdón sin medida y la fuerza transformadora de la fe. En su realismo, Jesús reconoce que el escándalo se da -“es inevitable”-, y advierte de sus peligros para quien escandaliza. Hay que respetar al “débil en la fe” (cf. Rom 14,13-23): “¡Tened cuidado!”. Pero también existen los que se escandalizan de Jesús  -“Bienaventurado quien no se escandaliza de mí” (Mt 11,6), el escándalo farisaico.  Respecto del perdón fraterno recuerda su capacidad redentora y constructiva, mostrándolo como el remedio contra las fracturas de la vida de la comunidad. Y, finalmente la llamada a la fe que, nos advierte Jesús, hace posible que realidades aparentemente imposibles puedan hallar un principio de esperanza si se abordan con la fe puesta en el Señor.