En el día de San Francisco de Asís, el Santuario de Fray Leopoldo ha celebrado la Eucaristía recordando que el núcleo de su mensaje sigue siendo actual: fraternidad y sencillez. En la homilía se ha reflexionado sobre tres mecanismos que, según la espiritualidad franciscana, debemos aprender a dominar para vivir como verdaderos hermanos: el juicio, la apropiación y el amor rechazado.
No juzgar —ha dicho el hermano Ismael— no significa mirar hacia otro lado, sino aprender a descubrir lo bueno en el otro; superar el deseo de poseer personas o razones es condición para la libertad; y mantener el amor incluso cuando no es correspondido, el camino más alto hacia la alegría perfecta. Solo así la fraternidad se hace posible y el rostro de Dios se muestra en la vida sencilla de cada persona.
Durante la celebración, dos nuevos hermanos, Eduardo Espigares y Camilo Rubio, solicitaron su ingreso en la Orden Franciscana Seglar (OFS), mientras que la hermana Manuela realizó su profesión perpetua, signo esperanzador de una comunidad que sigue creciendo en el espíritu de San Francisco.
Este año, además, marca el inicio del VIII Centenario del Tránsito de San Francisco de Asís (1226-2026), un tiempo de gracia para redescubrir la actualidad de su mensaje y renovar el compromiso con una vida más fraterna, solidaria y respetuosa con toda criatura.